lunes, marzo 17, 2008

FRANCIA MOLA, LO SIENTO, ESO ES ASÍ...

Acabo de volver del sur de Francia (Carcassona, Toulouse, Narbonne y Perpignan), lo que para mí no es poca cosa. Mi profunda admiración por todo lo francés me dejan una leve sensación de inferioridad cuando establezco contacto con el país vecino. No soy de los que critican obsesivamente su propio país (excepto por su exceso de patriotismo y sus tics más rancios...). Reconozco los grandes avances de la economia española y catalana, lo que se ha mejorado en temas como la sanidad, el empleo, el medio ambiente, los logros sociales.... pero siempre que contemplo la sociedad francesa se me ocurren comparaciones odiosas.



En Europa existen paises del sur donde se vive bien y se come mejor. La calidad de vida, como decía un amigo mío. La gente es abierta y simpatica, hay mucho sol, se bebe buen vino y la esperanza de vida supera los ochenta años. Pero las cosas no funcionan ni a tiros. Ejemplos que nos vienen a la cabeza serían Italia, España o Grecia. Todos ellos en el Mediterraneo, en el sur de Europa.

Por el contrario hay paises realmente competitivos y eficientes. El clima es frio y llueve mucho y el carácter de la gente suele ser más reservado por diversos motivos. Quizás la población no vive tanto ni se come tan bien pero existe otro tipo de calidad de vida relacionada con condiciones de trabajo excelentes, estado de bienestar muy avanzado y sueldos muy altos. ¿Ejemplos? Suecia, Gran Bretaña, Alemania...

Como en todo en la vida, existen ventajas e inconvenientes abundantes en ambos lados. Habrá unos que prefieran un modelo y otros el otro. Yo lo respeto. ¿Donde quiero llegar? Pues que para mí Francia goza de las ventajas de los dos modelos y muy pocos de sus inconvenientes. A medio camino del Mediterraneo y de la Europa nordica, unos rubios y otros morenos... Tienen todas las ventajas de España o Italia (clima, cocina, bebida, creatividad desbordante, calidad de vida....) y también las de Alemania o Suecia (economia solida y desarrollada, sueldos altos, puntualidad, estado del bienestar...).

Por eso me encanta Francia y por eso les tengo una envidia (in)sana. Cuando he ido a Londres he pensado: “vale, sois la ostia pero vaya mierda que comeis.... ¿Y el sol? ¿Habeis oido hablar de él?

Y cuando voy a Italia me lo paso genial pero flipo con sus malos modales, sus retrasos inaguantables y su extramada informalidad. Mirad como va el país que ahora pienso que en España las cosas no funcionan tan mal....



¿Pero que puedo decir de Francia? ¡Nos superan en todo! Además, estos señores inventaron la democracia. La gente normalmente se suele quejar que los franceses son muy estirados o que nos miran por encima del hombro o cosas así. Aunque yo lo entiendo perfectamente. Me encanta las novelas francesas, como sus obras de teatro, sus casas, sus paisajes, sus comics, sus películas, su música, su República, su idioma, su comida, su racionalidad... e incluso me encantan los franceses y las francesas. Aunque sean muy suyos...





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