lunes, marzo 14, 2011

EL HUNDIMIENTO DE JAPÓN

Existen un par de película de catástrofes con este título. Tratan de una serie de catástrofes naturales que azotan Japón (terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas...) y que obligan a traslados masivos de la población. Los trágicos incidentes de estos días me han hecho recordarla... El país del Sol Naciente siempre ha tendido a fantasear con su propia destrucción, quizás conducida por las circunstancias. En 1923 un terremoto de 7'8 grados Richter arrasó Tokyo y Yokohama y se llevó más de cien mil vidas. Después vino la Guerra del Pacífico con sus bombardeos incendiarios, las ciudades arrasadas y el holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki... No es raro que inventaran Godzilla y todas esas películas de monstruos que arrasan Japón. En mangas como Bola de Drac o Akira también nos han acostumbrados a ver ciudades arrasadas. Además, en 1995 el terremoto de Kobe (6'9 grados Richter) también destruyó buena parte de la ciudad y mató a más de 5000 personas.


Hasta ahora, las mayores dificultades de Japón era la recuperación económica, cosa que nos parece una broma comparada con las imágenes y los datos que nos llegan del país. Cuando me enteré de la noticia del terremoto (8'9 grados Richter!!) lo primero que pensé fue “suerte que no ha pasado un poco más al sur, porque allí se concentra el área metropolitana de Tokyo”. Cien o doscientos kilómetros más al sur y la catástrofe hubiera alcanzado proporciones incalculables. La región del norte siempre ha estado mucho menos poblada.

Ahora parece que el mayor problema son las centrales nucleares de alrededor como la de Fukushisma. Actualmente el gobierno nipón lucha contrarreloj para contener y refrigerar los reactores. Y nadie sabe como acabará todo. Personalmente tengo un mal presentimiento, como si en cualquier momento vayamos a leer una noticia escalofriante para la que no estamos preparados. Algo que nos supere y que minimice cualquier otra desgracia.


Históricamente, Japón siempre ha estado muy poblado. Todas sus islas suman un territorio bastante más pequeño que España (aquí viven 45 millones de personas y allí 125...). Además, la tierra es montañosa, pobre en primeras materias y en general poco aprovechable para los seres humanos. Desde hace décadas deben importar alimentos y petroleo. En este sentido, es un país muy dependiente del exterior. Por eso no les ha quedado más remedio que apostar por la tecnología y fabricar productos con un alto valor añadido que puedan vender al extranjero para poder comprar energía. La necesidad de electricidad les ha llevado a la locura de concentrar más de cincuenta centrales nucleares en el territorio con más terremotos del planeta. Y también por eso (aunque no pretendo justificarlo), los japoneses se lanzaron a conquistar tierras asiáticas durante la II Guerra Mundial. Necesitaban “espacio vital” con mucha más urgencia que los nazis o cualquier otro país. Los actos cometidos por el ejército japonés en Manchuria, China, Filipinas, Corea... son repugnantes pero ellos pensaron que tenían derecho a colonizar territorios para su superpoblación. Igual que habían hecho los norteamericanos exterminando a los indios. Los japoneses masacraron a millones de chinos pero acabaron perdiendo la guerra. Y ya se sabe que la historia la escriben los vencedores.

Entre los años cincuenta y los setenta, los japoneses hicieron su “milagro económico”. En los años ochenta, Estados Unidos tenía pánico al poderío japonés pero después cayó en una crisis económica que ya dura veinte años. Además, tiene una población estancada y envejecida y enclaustrada en un espacio muy reducido. Y ahora este terremoto. Un territorio (mayor o menor, ya lo veremos), quedará contaminado y inutilizable por la radiación nuclear.


Creo que el declive japonés se acentuará en el futuro. Hace poco perdieron el segundo puesto en el ranking mundial por China y todo indica que sólo les queda ir para abajo. Ojalá que no sea así. Algunos periodistas recuerdan que los japoneses han aprovechado sus mayores crisis para recuperarse. Después de Hiroshima vino el boom económico. Pero ahora creo que ya han alcanzado su tope y que no les queda margen de maniobra. Sacrificaron demasiado en esos años y ahora lo están pagando.

Ahora el resto de naciones de la tierra sólo pueden hacer dos cosas: la primera ayudar al pueblo japonés en este momento tan difícil y a nivel interno debatir la vida de las centrales nucleares. ¿Cuántas tragedias vamos a tolerar antes de que arrincone la energía nuclear por las energías alternativas? La derecha le encanta burlarse de la ecología y de que los molinos de viento son inútiles y que están subvencionados. Pero después su arrogancia la pagamos todos como lo están haciendo los japoneses.


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