sábado, febrero 19, 2011

LA TEORÍA DEL PÉNDULO

“PA NEGRE: Catalanismo y lobby gay arrasan en los Goyas” Esta es la rotunda y malévola conclusión que extraen en Intereconomia sobre la victoria de Pa Negre en los premios Goya. No soy uno de esos catalanes masoquistas que leen asiduamente “El Mundo” y miran programas de extrema derecha para poder quejarse más y mejor. ¡Otro trabajo tengo que alimentar mi bilis! Pero me ha chocado leer la opinión de esta gente. A los viejos tópicos de “cine subvencionado español” u “otra película sobre la Guerra Civil...” se añade el hecho de opinar con el mayor desparpajo sobre una película que estoy convencido que no han visto. No hay otra explicación.


Ayer vi Pa Negre y me ha hecho pensar en la teoría del péndulo. Es muy sencilla: consiste en que toda moda o corriente de opinión tiende a su contrario poco después de alcanzar su cima. Como si todo fuera un péndulo oscilante que va de un extremo al otro. Puede parecer una tontería pero me sirvió para explicar en clase los grandes cambios artísticos que giran del “Renacimiento al Barroco” o del “Romanticismo al Realismo”. Parece que cada época tiene su contrario en la siguiente y que cuando la gente se cansa de determinadas cosas, opta por su antagonista. Por ejemplo, a los hippies de los sesenta les siguieron los punks en los setenta. ¿Existen estéticas más diferentes? Del virtuosismo musical de “Stairway to heaven” a la música destoyer de Los Ramones.


¿Que dónde quiero llegar? Durante el franquismo se hicieron películas con una visión franquista sobre el la guerra civil (rojos devorando niños bautizados y todo eso). Con la muerte del dictador y la llegada de la democracia se idealizó a la República y la sociedad que pudo haber sido y no fue. De ahí surgieron un montón de películas con soldados republicanos de moral intachable, muy cultos... que acababan muriendo a manos de fascistas sanguinarios. Fue lo que muchos intelectuales fascistoides (je, je, suena a contradicción en si misma) calificaron como “la revancha de los perdedores”. No seré yo quien diga que este cine no ha pecado de un cierto maniqueísmo pero lo entiendo después de 40 años de dictadura. Pero claro, llega un punto que te cansas de la misma visión y quieres ver la guerra desde otra óptica.


El punto medio fue idealizado por genios como Aristóteles. Siempre he pensado que no todo es blanco o negro y que los grises tiñen la mayoría de temas. No todos los republicanos fueron víctimas ni todos los nacionales eran fanáticos fascistas. Aunque la represión franquista de la posguerra facilita mucho esta visión. Pero la gran mayoría de esa España ignorante y miserable luchaba y moría siguiendo las ordenes de sus “jefes” según la zona en la que estaban. Pocos soldados habían leído a José Antonio Primo de Rivera o Manuel Azaña. De hecho, la mayoría apenas sabía leer.

Pa Negre presenta una imagen nueva. No idealiza a nadie. La guerra y la posguerra fue miserable y embruteció a la sociedad. La gente, después de asesinar a curas o a comunistas, habían perdido una parte de su condición humana. Se habían convertido en monstruos.


La metáfora del director me parece de una sabiduría muy cruda “una guerra es como tirar una piedra a un charco lleno de mierda”. Y eso fue la guerra civil, una suciedad moral y física que llenó España de muerte, hambre y miseria. Afectó a todo el mundo (burguesía, campesinos, soldados...) aunque si somos un poco justos podemos hacernos una última pregunta: “¿Y quién empezó la guerra?”. Los mismos que hoy en día siguen contaminando con sus mentiras y manipulaciones. Aunque existen muchas tonalidades de grises, personalmente el franquismo me parece tan negro como el carbón.


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