jueves, abril 19, 2007

GRANDES DECISIONES


En la vida a veces hay que escoger. No vale eso de querer quedarnos con todo. No siempre. Un amigo me dijo una vez: “El mundo se divide entre los que les gustan Los Simpsons o Futurama”. Interesante afirmación. Después de sesudas meditaciones llegué a la conclusión que tan válida premisa tenía su talón de Aquiles. “Oye – le dije -, ¿y que hay de las personas que no les gusta ni una cosa ni la otra?” Su respuesta fue tan tajante como cierta: “Esos para mí no son personas”.

De pequeños se supone que se define nuestra orientación sexual. Inconscientemente estamos escogiendo. Mi observación me ha permitido llegar a la conclusión que el 99% de los niños que en el patio juegan a basket tienen una fuerte tendencia homosexual. De igual manera, las niñas que escogen fútbol, todo indica que serán lesbianas. ¡Y que vivan los tópicos! Hablando en serio, de niño también tuvimos nuestros dilemas selectivos. ¿SEGA o Nintendo? Pocos eran los excéntricos que se podían permitir probar los dos sistemas en su misma casa. Claro que también había algún iluminado que compraba la Neo-Geo (¿os acordáis?) diciendo que seria la consola del futuro. En mi colegio la mitad de clase que tenía SEGA se ponía a un lado y la que tenía Nintendo al otro. Y apenas nos hablábamos sino era para insultar a Sonic o Mario.


A nivel académico, la cosa también es peliaguda. Debíamos escoger créditos variables de nula utilidad pero de pintoresco nombre. O uno de los cuatro bachilleratos y finalmente, si procedía, la carrera universitaria. Y no son cosas para tomarse a broma. Si la cagas después es un auténtico coñazo enderezar el error… Sólo os diré que yo empecé haciendo Derecho.


Siempre hay opciones, caminos diferentes por tomar. La mayoría de gente que triunfa su mérito consiste sólo en haber escogido bien y haber sacado provecho de sus aptitudes, aunque sólo sean potenciales. En algunos países escoger la religión equivocada puede acabar “corrigiéndose” con un tiro en la cabeza.

¿A qué viene este rollo? Pues que el otro día me vino a la cabeza un auténtico enigma friki: “¿Qué película prefiero? ¿Pulp Fiction o Sin City?” Sé que es cruel siquiera planteárselo. Además, se parece a una de esas adivinanzas orientales que no tienen respuesta lógica como “si un árbol cae en el bosque y nadie lo oye, ¿realmente ha caído?” o “¿puede sentir nostalgia de la madre una persona que aún no ha nacido?”. Personalmente me veo incapaz de responder pero si un terrorista me pusiera una pistola en la cabeza y me obligara (cosa poca probable…) creo que finalmente me quedaría con Pulp Fiction. El doblaje en catalán acaba declinando la balanza…

¿Y vosotros con cual os quedarías?

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